Y una voz te dice…

Claro, aquí es.  ¿Lo reconoces?
Estuvimos aquí alguna vez. Es el mismo sitio tiempo atrás…

¿Diferente? Sí quizás luce así, pero es el mismo. ¿Verdad?

El lugar es éste. Así que no es nuestra primera visita.

Sí varias veces. ¿No recuerdas nuestra vida aquí?  Hemos estado aquí una y otra vez…
¿Qué? Si es este, este mismo. Quizás el tiempo lo ha cambiado no sé…

Qué preguntas haces te encantaba venir aquí.

Bueno, no sé, no recuerdo qué te gustaba, solo sé que veníamos aquí por ti.
A mí me gustaba verte aquí, aquí conmigo.

No, no lo recuerdo, no recuerdo qué tanto te gustaba.  Solo sé que pasábamos horas en el viento.

No entiendo, yo lo veo igual.

Yo solo quería que después de tanto tiempo estuviésemos en un espacio mutuo, que nos trajese buenos recuerdos. Y  nos recordase lo bueno de nuestra vida pasada.

No, nuca vine sola. Quizás ni pensé en ello.  Bueno yo venía por ti, ¿lo recuerdas? En fin, es el mismo lugar, las mismas cosas, el mismo olor, todo finamente igual.

Eh? Sí, no me había fijado, quizás son los años. Tienes razón, la luz, las grietas, el ambiente, el aire, la zanjas del tiempo. Curioso, ese pequeño rincón tampoco es el mismo.  Es extraño, no es como mis recuerdos.

.

.

El balanceo de tus manos
Tu pelo al viento
Tu dulce sonrisa
y el brillo en tu mirada

Esa son las cosas que me gustaban de éste lugar.
Tú nunca has estado aquí, no conmigo.

 

Hoy que venimos solo a apreciar el horizonte es nuestro primer día juntas.
Gracias por invitarme a venir.

* 

  © Saliary Röman