No me mires

Luego de creer mis propias mentiras,
dejarte ir,
luego de convencerme: no compartiremos el mismo viaje,
echo leña al fuego.

Echo leña,
lleno la llama de otras razones,
justificaciones,
prendo fuego a cualquier vulnerabilidad.

El tiempo que a todos acompaña, sonríe con desánimo,
cada vez que echo la vista atrás.
El tiempo, me observa,
trata bien mis días.
Se pregunta por qué no estoy satisfecho.
Los deseos se hacen realidad, ¿sabes?, se hacen realidad.
La carroña viral del no saber qué quieres.
Humanos, nunca saben lo que quieren.

Humanos, siempre llenando vacíos, apilando sentimientos.

1930, Frida Kahlo photography of © Juan Guzman
1930, Frida Kahlo photography of © Juan Guzman

Y cuando tus ojos encuentren los míos,
¿notarán cómo intento dejarte atrás?
O seré simple, banal, anticuado,
y te observaré con el corazón en las pupilas.

Echo leña,
te dejé ir, volé lejos, hasta el lugar donde los sentimientos se aparcan,
se aprovecha cada minuto a diario, y trabajas. Trabajas, trabajas para hacer de ti mismo un futuro digno.
Prendo fuego a cualquier vulnerabilidad.

Prendo fuego,
me imagino intentar controlar mis impulsos ante ti,
desentenderme de cualquier necesidad de tu dulzura,
impedir pálpitos fuertes, no me mires fijamente.

No me mires.

Y entonces ardo,
ardo al ver tu boca, al desear tus besos,
al querer quitarte la ropa, perderme en el olor de tu imagen.
Creer que todo es pos…

Ardo,
cuando sonríes, cuando hablas,
mi mente ya se ha echado a perder,
vegeto cualquier oportunidad de alejarme.
Dejo junto a la ropa, mi instinto de supervivencia.

Te arrastro a vivir más allá de los segundos que nos hemos regalado,
te vivo, te huelo, te gimo,
me entrego a ti, soy tu presente.

Soy la llama viva, que se propaga sobre todo lo que toca.

Mientras tanto yo, excitado hasta los nervios,
me dedico a contarte mi vida, «tranquilo», como si nada,
dejando otra oportunidad de ti, desvanecerse.
Callo, sonrío, me sonrojo,
cuido las palabras, hablo en singular,
apagando los sonidos que me llevan directo a ti.

Mientras tanto yo, atento,
escucho tu vida, leo tus sueños,
observo todo de ti, todo en ti.
Te cojo de la mano y hago mi vida contigo,
los sueños se hacen realidad, ¿sabes?, se hacen realidad.

Qué es de un corazón, si no pertenece a ellas.
1939 «Las dos Fridas» by Frida Kahlo

No me mires, por favor.

Los minutos se acaban,
me disfrazo de nuevo, me visto con el traje de la vida que he construido,
me despido sin escribir un nuevo capítulo a tu lado,
regreso al ruido de la ciudad, al montón de trabajo, a las risas falsas y el protocolo,
regreso a los buenos modales, sin siquiera darte un beso,
sin aceptar que mi pasión se esfuma con tus ojos.
Intento extender el instante en que nos decimos adiós,
tiemblo.

Eres mi infinito. Mi breve realidad.

  © Saliary Röman


¿Se hacen realidad?

. . .

❤!

14 respuestas a “No me mires

Add yours

Cuéntame, qué te trae por aquí.

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑