Empatía

La manzana rodó hasta caer de la mesa a las piernas de la mujer.

La mujer estuvo divirtiéndose con la fruta hasta que notó cómo el pasar de los juegos había estropeado su atractivo.

El fruto no cumplió su función de nutrir, pero sí de entretener.

La manzana aún está lo suficientemente buena para ser aprovechada,
mas ahora brilla en silencio
en el fondo de la cesta.

Se mira a sí misma recordando que en otras manos será llevada a la boca,
será un alimento sabroso,
una piel ardiente,
nutrirá.

Y posiblemente dejará de rodar.

  © Saliary Röman



❤!

Cuéntame, qué te trae por aquí.

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑