¿Crees que puedes?

Hoy hablaré de algunos seres extraños, raros como ningunos.

Han sido fecundados por un mito,
una fantasía sin fundamento que educó sus hábitos.
Un ritmo tan solemne y justificado, que apacigua mentes,
los arrastra a conseguir plaza dentro de masificadas competencias, cuyo objetivo es asegurarse «una vida».
Carrera memorable, cargada de títulos,
donde compites con todo,
mientras empequeñeces tu ser, y das paso a la conformidad.

¡Qué melodía tan impresionante!
Llena de millones de mártires, que no se atreven a soñar.

Mantente a salvo, busca rápidamente la estabilidad laboral,
así estarás más tranquilo.
¡No vaya a ser que te estrelles con la realización personal!
Alquila tu tiempo. Infravalóralo nómina a nómina.
Da igual que los números no te acompañen hasta fin de mes, tú estás tranquilo.
Descubre la relatividad del tiempo, observa con detalle y en carne propia cómo florecen las excusas rancias.
Escala como puedas, da igual el sacrificio.
Subestima los minutos, el día a día, tu integridad.
Verás la lupa emocional empañada por un cúmulo de malas decisiones.
Pero tú, tú estás tranquilo.

Vestido de un mar de quejas y prejuicios, ignoras el poder de tus pensamientos.
Ignoras la capacidad transformadora de una simple decisión.
Te abandonas en la vida que te ha «tocado», enciendes el piloto automatico, desvinculando tus hábitos del amor propio.

Tienes miedo a salir de la zona de confort que has elegido, aquella forrada de suspiros, de la que tanto te quejas.
Cultivada paso a paso, minuto a minuto, cada día de tu vida.

Ante la mínima alteración de lo que has definido como normal, respondes despotricando resentimiento contra el prójimo. Todas tus carencias personales salen a la luz en un segundo, matas duendes, quemas nubes, arden fantasías.
Un evento aislado, se convierte en epidemia, cuando el pensamiento está vacío de objetivos.

Mente sin futuro, abre las puertas al abandono.
Olvidas la importancia del día a día, del mimo diario, y te enfrascas en la curiosa rutina, que todo lo justifica, todo lo abarca, todo lo olvida.
Así es como tu objetivo vital se resume en llegar puntual a un lugar, para mantener la nevera saturada y las ilusiones hambrientas.

Hoy estoy aquí hablando de extraños, comportandose extraño.
No hablo de ti, no hablo de mi, pero te invito a meditar.
Hoy creo fielmente que los sueños se hacen realidad.
Sueña para bien, por favor.
Nadie puede hacerlo por ti.

«Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, tienes razón» Henry Ford


Hay una vida más allá de los complejos.
Varias respuestas, varios días uno.
Arriésgate a creer, sólo por hoy.
Escucha: sólo por hoy.
Sólo existe un mañana, y te sonríe desde el ahora.

Aquello que te excita, que te emociona, ansía tu atención.
Esa ilusión enterrada, aún se encuentra inamovible, decidida,
esperando por ti.
Esperando por el día en que tu te atrevas a creer que ha llegado tu momento.
Tu ahora.

  © Saliary Röman


¡Creo en ti!

❤!

14 respuestas a “¿Crees que puedes?

Add yours

Cuéntame, qué te trae por aquí.

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑