El mito del águila es una de mis historias favoritas.
Se dice que al llegar a la edad adulta eligen su destino.
Deciden si quieren seguir viviendo, o desaparecer.
Si deciden morir, vuelan cada vez más bajo, dejan de buscar alimento.
Escogen un lugar donde desfallecer
y esperan con valentía ese momento, manteniéndose firmes hasta el último segundo.
Si deciden quedarse,
ellas mismas, poco a poco,
se arrancan las alas.
Golpe a golpe,
destrozan sus picos.
Dando paso a una nueva fase en sus vidas.
Independientemente de la elección de cada una,
las águilas nunca se juzgarán a sí mismas,
tampoco juzgan a las muertas,
ni cuestionan a las vivas.
La vida dulce y tranquila,
la vida amarga y cruel.
Identificarse con cada historia,
sentirte estúpido y vacío.
Creer que todo lo puedes,
a-poder-arte del hoy.
Sentirte algo
en algún lugar.
La vida mágica e intensa,
dulce y animal.
Algunas veces amas,
otras perdonas.
Algunas veces abrazas,
otras echas a caminar.
Siempre sabia, siempre astuta,
la vida te hace evolucionar.

Los años te enseñan a ser valiente,
humilde y terrenal.
Las experiencias te alimentan a palabras, recuerdos, cicatrices.
Te enseñan a mantener el pico cerrado,
a escuchar más.
Te enseñan a construir nuevas alas,
a reírte de ti mismo,
a disfrutar de tu propia historia,
a vibrar.
A mis ganas de llorar le entrego todo.
Para mis ganas de vivir estoy hecha.
Poca paciencia habita en mi cuerpo.
Boca cerrada por decisión propia,
muy atenta a los silencios como aprendizaje de vida.
Ojos abiertos,
siempre dispuestos a brillar.
Disfrutar de nuestra propia compañía
como lema de vida.
Amar lo que haces,
amar cómo te hablas,
cómo aprendes,
el sonido de tu voz al conectar.
Aprendí a no tener miedo a la muerte.
A asegurarme cada día de estar viva,
a dejar de vivir a medias,
a criticarme con amor.
Aprendí a abrir puertas en mi mente cerrada.
A escuchar versiones,
a filtrar consejos,
a dejarme soñar.
Aceptar cuando no es tu sitio,
cuándo debes dejar algo atrás,
es acto de amor y respeto
a tu tiempo, a tu presente.
Escribir tus propias partituras,
experimentar nuevas formas de alzar vuelo.
El alma tirita, arde y señala nuevas metas.
El alma vibra más allá de los sentidos,
se expresa, se expande.
El alma verbaliza cuando pides consejo,
sabe escuchar,
aprende.
El alma encuentra otras almas,
intensamente comparte visiones,
deseos, pasiones.
Hay almas que se atraviesan e incomodan, te frustran y revuelven,
te descontrolan,
te inundan de ruido,
son nuevos versos,
son puertas que tendrás que aprender a cerrar.
Hay almas destinadas a encontrarse,
a dejarte ver nuevas lecciones.
Hay almas que te aman desde el primer instante,
te inundan de luz,
son nuevos versos,
nuevos horizontes.
Existe verdad en todas ellas.
Existen seres que mi ser jamás olvidará.
Stay focus, don’t be afraid, she said.
Luego que las águilas toman la decisión de seguir viviendo, pasan por un proceso de auto-renovación. Aprenden.
Sus picos y sus alas se regeneran.
Reconquistan los cielos.
Llegan a volar más alto que nunca antes en su historia.
© Saliary Röman
¡Mil gracias!
❤!
El mito del águila explora temas de elección, transformación, aceptación y la complejidad de la vida. Refleja cómo enfrentamos nuestras propias decisiones y desafíos, y cómo estos nos moldean y nos hacen evolucionar.
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