Estabas ahí, en el sabor justo, cuando yo intentaba comer.
Ahí, sonriendo, puede que a otra persona, pero a mí esas banalidades no me dispersan.
Así que ahí estaba yo, como si te conociese de algo, vendiendo la mejor versión extrovertida de mí, esposando tu mirada a mis palabras.
¡Oye! Me he forjado de valor, he hecho de la magia realidad, conectamos.
¡Ayúdame un poco! Acerca tu boca.
Que se haga camino a través de mí, sin piedad destruyan todo obstaculo.
Forcejea la duda, agarra con fuerza, y lleva mi excitación a pensar, que eres un bien venido, y bienvenido a mí.

¡Oye! Basta de palabras, bailemos.
¿Nos alimentamos? Resolvamos dudas carnales.
Luego, como extraña casualidad, cambiaremos el mundo.
© Saliary Röman
¡Observadores míos!
Gracias.
❤!
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Bueno….soy nuevo en esto de la escritura..pero me parece asombroso. Hace unos días entraste a mi página, gracias por tus 👍👍decidí seguir tu página..tiene muy buen contenido.
¡ÉXITOS!
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¡No dejes de escribir! ¡Ánimo Daniel!
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Cambias tu mumdo con mucha seguridad. Pero sigo pensando que detras de estas palabras no es todo tan fácil. Un placer leerte.
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Bellísima extraña casualidad… y sí, son las que cambian al mundo.
Hermoso texto Saliary, salud, y gracias!!
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Muchas gracias Ernesto. Un placer tenerte por aquí. 😊
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Me ha parecido precioso, Saliary.
¡Saludos!
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Gracias Úrsula. ¡Un abrazo!
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