El significado de las palabras

.

“La vida es relativista, hay que saber que para el tiempo, mi ser jamás ha existido…
Y para el Ser el tiempo no existe…
Y hay que saber,  que para el Ser,  siempre estoy ahí, existo..
En mi loco mundo existe lo inalcanzable tan simplificado que carece de interés.”

3/02/07

Cómo un cuerpo pueda tener tantas cualidades, pensamientos, raciocinio, curiosidad, tantos sentimientos conocidos y expresados, tanto paisaje abierto ante sus propios ojos; cómo alguien puede haber vivido y aprendido de la nada un “todo” que ahora ocupa su cabeza. Y aún así, no comprende nada de sí mismo.

¿Cómo una persona puede obtener tanto del exterior y tener tan poco en el interior?
¿Acaso no fuimos interesantes para nuestro propio pensamiento?
¿Acaso no soy interesante para mí misma? ¿En que estamos fallando?
Tantos deseos inapropiados, tanto auto-engaño definido felicidad.
Si cuando más felices somos es, cuando menos obstáculos tenemos para escuchar nuestra propia voz.
¿Aprendimos a sentir y diferir de nuestras realidades?

Hicimos de nuestros comportamientos un acto contra nosotros mismos. Dejamos atrás nuestras verdades para gritar a la simplicidad de cosas sin razón, inertes. Nos volvimos  seres que esconden sus deseos naturales detrás de los obsequios. Regalos que hacemos a nuestra apetencia.
Escondemos nuestros sentimientos detrás del inventado orgullo; a veces, hasta referimos a nuestros caprichos como meta. ¿Meta?

 Tendemos a dejar atrás la oportunidad de ser, de sentir, de vivir. Justificándonos con: “la sociedad corrompe”, «Me educaron así», «Yo soy como soy», etc, etc.
Nosotros somos la sociedad, nuestros pensamientos y acciones son la sociedad, pero hablamos de nuestro pretexto “sociedad” como “los otros”; esos otros que tienen nuestras mismas justificaciones. Estamos remplazando nuestra naturaleza por materia. Por materia inerte y sin sentido. Llegará el momento en que la materia será la culpable de nuestras desdichas, la pobre “materia” será nuestro futuro “pretexto global”.

»

 ¿Por qué tenemos tanto miedo a mirar en nuestro interior?
 ¿Cuál es el temor?
Si en nuestro interior es la casa donde siempre estamos hospedados.

Saber de «si mismo» no está en nuestros planes. Eso es demasiado complicado para nuestra “atareadas” vidas.
¡Gracias a Dios que al morir “nada” nos llevamos! porque si sucediera lo contrario el mundo sería una cloaca elemental, una razón perdida, una idea destructiva, un experimento de nuestro egoísmo. Compraríamos nuestro propio corazón para apoderarnos de nuestra inequívoca emoción y “valoraríamos”, aun más, nuestra “capacidad” para controlar y razonar.
Controlar y razonar nuestra avaricia. Somos algo así como una tragicomedia en la que los protagonistas juegan al trueque de sentimientos.

Existimos si dejamos de creer que somos únicos
2012 «Existir» by Saliary Röman

Cambiamos nuestro amor por, nuestra complacencia. ¡Que bien se siente cuando se ama! Cuando nos damos permiso a nosotros mismo de amar. Aquel sentimiento que no necesitas de regalos para sacarnos la sonrisa. Aquella chispa de adrenalina que inyecta el interior con un solo recuerdo.

Me intriga el momento aquel que no somos capaces de mirar al otro a los ojos; que nos ruboriza cruzar la mirada, solo por el hecho de que  -en algún momento de nuestra existencia- hemos liberado nuestros sentimientos y expresado con libertad lo que se somos.

Nos avergonzamos de nuestras buenas intenciones, de nuestro sentir.

¿ Cuándo/Cuál fue el instante donde nos equivocamos de orientación y nuestros actos dejaron de expresar pasión?
¿Por qué? 

Actuamos de manera sorprendentemente estúpida y en contra de nuestra propia voluntad, si y solo si, por  algo llamado “futuro”.
¿Interés?: insatisfacción personal causada por nuestra propia presión e impaciencia.
¿Ambición?

Tantos conceptos a lo largo de la historia humana ya definidos y nosotros -con nuestros manipulados deseos- hemos dado un significado mal obrado.


Cambiamos las ‘Palabras’, sus intenciones, sus significados, con el fin de seguir alimentando «la moda», «la sociedad».
Las pobres palabras que un día nacieron para definir una acción, ahora definen nuestra codicia, nuestro rencor.
Si ellas tuvieran vida propia estarían en nuestra misma posición… Las propias palabras se preguntarían de sí mismas: 
¿Quién soy?.

© Saliary Röman

Anuncio publicitario

23 comentarios sobre “El significado de las palabras

Agrega el tuyo

Cuéntame, qué te trae por aquí.

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: