Te quise tanto que me parece increíble que ya no estés, aquí, ocupando todo mi pecho.
Te quise tanto que ensanchaste mi capacidad de creer, de amar.
Te quise tanto, que aún sin verte en tantos nuevos días, te uso como atajo para recordar que sí existe bondad.
Te quiero, aunque con menos pasión, menos deseo, la misma verdad.
Te quise, te pienso. Espero que tus días estén llenos de canciones felices, porque así sé que estás bien, y te puedo imaginar cantando a todo pulmón momentos de gloria.
Me alegra que hayas pasado por aquí, sembrando realidad. Enseñando a qué sabe el amor, y un buen tequila.
Me alegra entender que cada día en la vida es un acierto. Palpar lo bien que sienta dejarse querer. Ahora ya, la puerta está abierta, dispuesta a amar los nuevos versos que se aproximan.
Qué bonita es la vida, siempre siempre, dispuesta a hacerte crecer.
© Saliary Röman
❤!
Cuéntame, qué te trae por aquí.