Si hablamos de amor, te diría que todos estamos igual.
Llenos de cariño, envueltos en un abrigo de sentimientos entremezclados, llenos de potencia, carentes de ebullición.
Tenemos nuestros sentimientos protegidos, adorados, bailando una canción desconocida. Listos para atacar en una batalla de humo, llena de ilusiones y suspiros. Llena de exigencias y vacíos. Repleta de prejuicios, miedos y silencios.
Si hablamos de amor, me diría que estamos igual.
Queriendo querer, queriendo besar, queriendo encontrarnos a nosotros mismos. Esa es la meta, quererte tanto, conocerte tanto, que el día en que todos los amores toquen nuestra puerta, sepamos reconocer nuestro ser en el suyo.

Tenemos nuestro sentimientos custodiados, influenciados por nuestras palabras, limitados por nuestros oídos. Están ahí, escuchando, mutando, temblando, latentes al momento en que quites la opresión, y vuelvan a ser útiles.
Abrazos sin valentía para ser transmitidos. Besos sin valentía para ser saboreados. Cuerpos juzgados, mentes temerosas de libertad. Bucles que hacen perder vida, ruidos que nublan los valores, y te incitan a buscar, impacientes, cualquier alivio.
Si hablamos de amor, te diría que estamos igual.
Protegiendo la luz de barcos perdidos.
Perdidos,
anhelando que alguien llegue a nuestro puerto.
© Saliary Röman
¡Amémonos!
Muchas gracias por cada visita, cada comentario.
❤!
¡Hermoso!
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¡Que bonito! Abrazote.
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