Tengo muchísimas ganas de un beso tuyo

Tengo ganas de un beso tuyo [ … ]

·

Ganas de ese beso,

donde solo tus labios palparon mi piel,

y ellos, solo ellos,

sin ayuda, sin estrategias,

se apoderaron de todo mi ser.

·

De ese un, único contacto soberbio,

en el que te preguntas, desde cuándo el infinito
es tan cercano.

El recuerdo del aliento de tu boca
da paso al rocío.

·

De ese un, único beso que,

días después,

te hace sonrojar,

al sentir, al palpar,

la nada entre los brazos

y el universo entre las piernas.

· 

Qué será de mí, boca curiosa,

cuando me invada el delirio,

y las ganas voraces de querer amarte.

·

Dulces labios libres,

no pido sean prisioneros de los míos…

Si es de tu libertad,

de la que soy seguidora.

Solo espero que tu comisura

de repente,

un día cualquier, de esos normales,

se aprieten con fuerza,

con intensidad,

recordándome,

invocando mis caricias.

 

Qué será de mí, boca curiosa,

cuando me invada el delirio,

y las ganas voraces de querer amarte.

Y en la lejanía,

sienta yo, desee yo,

saborear sin más,

un día cualquier, de esos normales,

el burbujeante destello,

la pasión, el fuego,

el resquemor,

el frenesí, el ardor,

de un beso lejano.

De tus besos lejanos.

·

Ven.

Hazme el alimento de tu boca sabia,

dime cómo volver a perderme en tu saliva inmensa.

Tu saliva, mágica.

Tu lengua, insaciable.

Ven, ¡muérdeme la boca!

¡Muerde!

 

  © Saliary Röman

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