Despotricar

DESPOTRICAR.

 

El término medio, lo que siempre tanto aborreció.
Sensación de estar dentro, de estar fuera.
Término medio, asqueroso efecto.
Y ese es el día.
El día en que no se identifica.
Todos vienen y van.
Echa el cerrojo, y regresas los sentimientos  al congelador.

 

Besar sin espejo.
Besos huecos.
Ningún resultado.

 

Sensibilidad que no desea ser tocada.
Sin necesidad de palpar latidos.
Sin necesidad de compresión.
Sin afán de correspondencia.

 ‘

‘

Existió una llama ardiente, y  su corazón fue rozado: pum pum, pum pum.

Paciencia y fuerza de aquél que pudo tocarla.

Corazón blindado de puertas abiertas.

La llama entró de forma correcta, sin tocar demasiado, sin querer entender, sin agobios.

Repugna  a la mujer que dentro de ella extraña la pasión. No es  amante del cariño.

Blindaje sin cerradura, conquistas cortas.

Los fríos sentimientos, están a gusto ateridos.

 

Cuando el coraje se hace trizas. Echa de menos, y regresas al pasado.

Eco de dolor al despertar, cuestiona, e intenta recordar quién es el extraño que

está a su lado.

En busca del mínimo error, para marcharse, sin drama, sin ataduras.

“Sólo solos somos libres”.

Sonrisa solitaria, amiga de todos, dueña de sí.

 

 

Paralela al mundo, no necesita sentirse cálida, pide tranquilidad en sus días,

tan sólo desea estar abrigada por sus heladas ideas.

Se encuentra cómoda  en silencio, escuchando su egoísta respiración.

No quiere compartir su vida con un extraño, hoy no.

 

Diamantes. Relucientes. Mágicos.
Diamantes. Sonrisas. Suavidad.
Diamantes. Espacio. Tranquilidad.

Besar sin espejo.
Besos huecos.
Ningún resultado.

 

 

Cuando lo hermético falla, cuando por fin su sonrisa apunta a un destino, la sombra de obstinación aparece. Crece, inmensa de tinieblas.  La bruma de su individualidad cierra cualquier puerta que no ha sido bien abierta.

Crece, dentro de ella el deseo de nunca ser poseída. Huye sin temor, sin pretextos, de cualquiera que pretenda conquistar. ¿Conquistar? ¡Qué! Necesidad absurda.

Conocerla es dejarla ser ella. No quiere hacer de dos personas una. La nevera es egoísta, siempre estará ahí para refrescar tus peticiones, nunca en traspaso.

¿Hay alguien más allí fuera? Alguien que no sienta necesidad compulsiva por querer amar. Querer sin perder  identidad. ¿Habrá más personas así? Que adoren su espacio vital más que nada en el mundo.

 

No hay olvido, cuando la pasión no es fingida.

No hay amor, si el ser no sabe compartirse.

No hay vida, si vives de a dos, sintiéndote uno.

 

¡Ven! Déjame lamer suavidad.
¡Ven! Prometo no durará para siempre.
¡Ven! Conquistemos el paraíso por un instante,
traspasemos nuestra piel,
y regresemos a nuestra libertad con el alba.

‘

Congelador perfecto, refresca tus desdichas, quema si te acercas demasiado.
Fuera de lugar.
Nadie controla un alma solitaria.
El corazón de una soledad voluntaria, pertenece a lo instantáneo, a lo fugaz.
Cuenta con ella, siempre será tú amiga.
Abandónala, nunca será parte de ti.
No hay crimen.

 

‘

‘

Apreciando las rosas, desde el jardín, vivas.
Todas ellas, inspiran amor.
Estáticas, si manipular.
Regocijo a los ojos.
Soledad brillante de pureza.
Sinceras al destello.
Únicas, solitarias, ardientes.
Pasión hecha espina.
Corte de tallo, al embelesar su corazón.
Corte de tallo, pasión desahuciada.

 
 ‘

  © Saliary Röman

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Disfrutar de cada día, sólo un día a la vez.
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