Vidas pasajeras

Explicarte cómo me siento, solo extendería el discurso.
Mejor hablemos de qué tal ha ido el día, qué tan cansado estás y cuántas cosas ocupan el hoy.

Hablemos por ejemplo de qué haremos en algún fin de semana muy lejano.
Qué nueva personalidad retomaremos cuando estemos ebrios,
y hasta qué horas aspiramos sobrevivir.

Disimulemos que el estrés no te duele. Miremos hacia el otro lado, donde el sol parece brillar.

Dialoguemos, sí. De cualquier tema que no confronte nuestro hilillo débil de amistad.
Charlemos mejor de lo que te encanta a ti, porque si hablamos de lo que me apasiona, veré tu entrecejo quebrar.

Toma mi silencio como agrado, el no responder, es mi acto más sagrado de respeto.
No seré yo quien desafine tu monólogo.
No seré yo quien te haga pensar.

Miro mi taza de reojo, es el café más largo de mi vida.
Espero verte pronto, sí. Pero muy ebria, para así sincronizar nuestras sonrisas.

  © Saliary Röman


❤!

Anuncio publicitario

2 comentarios sobre “Vidas pasajeras

Agrega el tuyo

Cuéntame, qué te trae por aquí.

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: