Es increíble la cantidad de bocas que se atreven a decir: «Eso es muy difícil», «Eso es imposible», «No creo que tú puedas», o la reina de las frases: «¡De verdad vas a invertir tanto tiempo/dinero en eso!«.
El 99,99% de las veces son bocas sin experiencia, que hacen honor a la frase: Habla mucho el que poco sabe. Graba esa frase, tatúala en la mente y piensa en ella siempre que te encuentres comentarios que no encajan con tus alas, con tu libertad de elección.
Un consejo: hacer de vuestros oídos sordos, o por lo menos, selectivos. Si alguien te dice «no puedes«, no escuches. Ni siquiera tomes ese no puedes ajeno como un incentivo; no metas mala energía a tu cuerpo. Dejar que el ajeno exprese sus frustraciones, y lo que entre por uno de tus oídos, que salga por el otro. Escuchar vuestro propio deseo y hacer caso al «sí puedo» que llevas dentro.

Hazte un favor, regálate una ducha muy muy fría y elimina todos los «yo no puedo» de tu mente. Respira, busca nuevas maneras de hacer las cosas y vuelve a empezar.
Nadie dijo que fuese fácil, si no, no habríamos elegido esa meta. Lo fácil es respirar ¡y qué el universo bendiga lo fácil! porque son las cosas esenciales las que nos permiten la libertad de luego poder elegir querer ser mejores.
Antes de un propósito, te invito a encontrar la satisfacción. Una meta no te hará feliz, un logro no te define. La vida no está hecha para vivir agonizando porque no tenemos esto o aquello; porque este o aquél no nos quiere; porque soy mas alto/alta, más gorda/gordo que una imagen después de 40 retoques photoshop.
¡La vida simplemente está para vivirla! ¡Vive!
No soy un ejemplo a seguir, ni quiero tener esa carga en mi espalda. Me basta con querer vivir poco a poco y regalarme diariamente la oportunidad de volver a empezar.
¡Señores! ¡Señoras! LA VIDA NO ES UNA CARGA. No se nos trajo al mundo para sufrir, querer seguir de víctimas SÍ es una elección.
Yo no sé casi nada de nada, y menos de la existencia humana; pero lo que sí sé, es que no somos víctimas, no somos mártires, no tenemos ningún por qué obligarnos a ser quién no somos. No hay motivo para vivir encerrados en adornos que jamás formarán parte de nuestra esencia. ¡No somos mártires! ¡Abandona el ego! Y deja de querer vivir para demostrar logros a la vecina de 20 calles más allá, conseguir cosas porque «mi colega» también tiene 30 títulos en Marte, o el perro de mi abuelo ladra en 2 dialectos y 5 idiomas. ¿De verdad eso te abriga en las noches? Lo único políticamente correcto en ti, debería ser lo que hace latir tu corazón.
Vivir es de valientes, no de auto-hipócritas. Dejar la estupidez de querer impresionar. ¡Conozco muchos «impresionistas» infelices! ¡Muchos! De muchos países, de muchas culturas, de muchas religiones, y ateos.
¡Qué NO sean las cosas quién te definan! ¡Ser libres! La mejor herramienta para esto, o la mejor medidora e inequívoca es la almohada: ¿Quién eres ante ti mismo? ¿Que sientes antes de dormir? ¿Qué te invita a salir de la cama? Sólo se respira una vez al tiempo. Aspirar del aire a vuestro antojo. No dejes que la melodía que llevas dentro se arruine ante el estruendo exterior. Regálate esta vida, no es gratis, no es fácil, pero es tuya.
Escoge una meta que te satisfaga. Escógete a ti, a tu gusto, a tu libertad, a tu placer. Se feliz por elección propia y plantéate metas para expandir esa satisfacción. Recuerda construir primero la base, nadie habita en casas en el aire. Cultiva tu mente, tu espíritu, tu cuerpo, lo demás son aderezos, el plato grande eres tú.
Si te sientes estancado, te agota el no avanzar, es porque llevas pisando el mismo camino varias veces, no es posible llegar a otro final de trayecto, tomando siempre la misma ruta. Ve tras lo que quieres, cuando mueras ya tendrás tiempo de estar en pausa: «esperando a que algo bueno suceda y te cambie la vida».
Regálate alas, vuela. No hagas de las frustraciones ajenas, tuyas. Sé independiente.
Ten una boca con opinión propia y saber estar. Respeta tus criterios y no contamines los oídos ajenos. A cada uno nos llegará el momento de reflexión, no somos mártires, tampoco pastores de la palabra, dejar al prójimo en paz, que las opiniones sean libres. Vive, y deja vivir.
Y sobre cualquier otra cosa en el universo: ¡no te rindas! Vuelve a empezar, porque sí puedes. Debes creer en ti, en que vales eso y más, yo creo en ti. Creamos en todo aquello que nos hace fuertes y felices.
Sólo estas ante un paso entre lo que eres hoy y lo que anhelas ser mañana.
Un paso: el tuyo. ¡Da el paso!
Un consejo: es más que suficiente con tener que superar nuestros propios miedos, no escuches la opinión ajena. Escucha tu almohada. Y si algo te dice «no puedo» que sean tus ganas a dejar de reír.
Tu meta está al final del trayecto. Mientras tanto se dueño del camino.
DISFRUTA.
¡Sigue adelante!
Keep going!
© Saliary Röman
_______________________________
De Saliary hacia Saliary.
Y con amor, para ti.
Gracias por estar aquí una vez más.
❤!
PD: Las pinturas son del artista Dino Valls ¡Qué gran descubrimiento!
Precioso artículo que te llena de energía.
Me gustaMe gusta
Muchas gracias por tu tiempo.
Un abrazo lleno de buena energía de vuelta.
Me gustaLe gusta a 1 persona
menudo subidón, de adrenalfaomegas,
Me gustaMe gusta
«respeta tus criterios y no contamines los oidos ajenos»…graciassss….
Me gustaMe gusta
A tu salud!
Te envío un fuerte abrazo.
Me gustaMe gusta
¡Me encantó! Gracias por condesar el optimismo, esta mañana de viernes has inflado mi espíritu, ¡saludos!
Me gustaMe gusta
Pues pasa a llenarte de buena vibra cuando desees.
¡Un abrazo!
Me gustaMe gusta