Solo y mío

¡Ay amor! Creces de entre mis alas.

Te propagas volcando el vuelo al paraíso.

Entonas la misma canción, día a día,

recitas los mismos versos: “Te quiero, cuánto te quiero”.

Mirada cómplice del viento,

entrega el mensaje que diariamente envío,

disperso, difuso, insonoro.

‘

Amor mío, sólo mi amor.

Único y siempre el mismo.

Cómo podría disfrutar de su compañía,

si ni puedo respirar cuando la veo.

‘

Se extienden mis alas, enormes y ágiles ante su lejana presencia,

magistrales se despliegan para honrar el amor que por ella siento,

sabiamente me abrazan, me protegen de todo la ventisca que por ella creo.

Quiero a este amor, amor sin dueño.

 

No quiero que nadie me robe esta pasión.

Nació porque quise querer.

Sin pretensiones, sin cortejo, sin maquillaje.

Todo moldeado con su nombre.

Es mío, exclusivo.

‘

No quiero que nadie me quite este amor.

Todo lo que me hace sentir, es lo que siempre he deseado.

Profundo, intenso, perfecto.

Ternura exquisita.

Amor platónico, tan humano,

vehemente, placentero.

Amor platónico, bueno, leal, real,

tan sincero y castizo como el espejismo que lo alimenta.

  © Saliary Röman

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Amores míos, enamórense.
Dejar los móviles de lado, y entablar conversaciones.
No permitas que lo inerte se te lleve la vida
¡Gracias por venir a verme!
❤!

PD: Ver esta maravilla de vídeo : El amor desde la perspectiva de Neil Hilborn.