La atracción es despiadada,
se trepa en mi espalda,
domina mi saliva,
trastornan mis poros.
La atracción me transforma,
me vuelve loco,
desorienta mi voluntad.
La maldita atracción me ha convertido en otra persona,
intimidado por una mirada,
ansioso de momentos,
mendigo de atención.
El maldito deseo me obliga a ser otro,
queriendo ser un valiente
que sin excusas te asecha,
seduce tu rima,
cosecha verbos.
Maldito iluso,
empecinado en acercarme a ti,
en venderte mi alma.
Obsesionado en usar la piel para escribir una historia juntos.
© Saliary Röman
Amores míos, muchas gracias por leer
❤!
¿Te apetece un verso? ☛ Clic aquí 🙂
La atracción nos vuelve un poco idiotas… aunque nos deja tan bellas sensaciones que bien merece la pena.
Me gustaLe gusta a 1 persona