DESAYUNO.
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Me embriaga tus “buenos días”.
La presión de tus manos.
Soplos, castigan mis oídos.
Me atas a ti,
confesor de secretos,
dejas tu prejuicio en mi saliva.
Me entrego a ti,
minuto a minuto,
tu hada, cumplo deseos.
Somos nada, ante el universo.
El mismo que atrapas para mí,
inyectado en tu pasión,
revela el infinito.
Tú fuego, yo lluvia.
Ardes en amaneceres.
Inundas mi rocío.
Elevas mi magia hacia el cielo,
me regresas,
invocas mi despertar,
caricias, luz, calor,
diluvio, cuerpos.
Despertares.
Libro en blanco,
escribes historias,
murmuradas desde el alma.
Desayuno todo el tiempo.
Reposo en tu imagen,
segundo a segundo,
saboreo el olor, de nuestro universo.
‘
© Saliary Röman
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¡Gracias universo!
❤!
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PD: ¿Conoces su escondite? ☛ “AutoConfesiones”
Saliary 
quiero desayunooo 🙂 te amo moomin hermosaaaaaaaaaaa
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Me gusta mucho este.. He estado un poco perdida y es lindo que poco poco encuentro algunos «lugares» donde ya me siento un poco en casa en esto del blogging.. y uno de esos lugares es aqui :o)
Gracias por tus lindos poemas! xx
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Aquí, siempre estás en casa.
¡un abrazo!
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Hola. Que tengas buen día. Gracias por tu visita a mi blog. Veo que le haces poemas a los desayunos. Eso es importante, porque en lo cotidiano está la magia. Es en esos detalles donde nos encontramos, ahí hemos sufrido y amado. Yo siempre pienso en los rincones de los lugares donde he llorado y reído, y al recrear esos rincones, a través del recuerdo, siempre encuentro también otros rostros, otras voces, otros gestos que me pertenecen y que han marcado mi paso por la vida. Y el arte, la poesía se nutre de esas cosas y detalles.Saludos cordiales.
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Muchas gracias por tu comentario Cesar.
Bienvenido a mi paranoia.
Sí, entre lo aparentemente cotidiano está la magia.
¡Un abrazo!
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