«Intento escribirte Saliary, intento contarte cómo lo he visto todo.
Alma veleta, corazón nostálgico y deseos vagabundos. Sin forma, sin sentido, sin lugar.
No sé qué decirte mujer. ¿Siempre estarás huyendo?
Saltaste de vida en vida, buscando despojarte de aquel “instante ya distante”…
Ahora de corazón tranquilo sin etiquetas ni melodías, sonríes al sereno rostro.
Intentaste con afán el olvido. Tanto tiempo erróneamente destrozado por tu lejanía, por tu ausencia. Sin saber que la cura era acercarte a ella, acercarte y ver fijamente quién era. Acercarte y darte cuenta que todo lo que amaste no existió.
Aquella manera de recordar con melancolía el pasado, aquella forma de decirte “Lo sentí desde antes de saber su nombre”. ¿Y ahora? Ahora después de tanto tiempo, después de tanto alejarte de ti, ¿a quién te referías cuando decías “no creo que lo vaya a superar jamás”? ¿ recuerdas quién hacia latir tu corazón cuando recibías aquel esporádico mensaje? ¿aún recuerdas quién te hacia hasta perder el apetito de los nervios…?
¿recuerdas?
¿Qué sentías?
¿Y qué pasó?¿quién logro tanto con tan poco?
Lo sé, el tiempo ha hecho efecto y tu olvidaste.
Eres libre, tus suspiros son de pálpitos por un ser que no existe ya…
Ahora que tus primeras sinceras sensaciones ya no tienen dueño ¿a quién vas a escribir?
Esa inspiración que mantuviste durante años ha desaparecido.
Dime Saliary qué debo escribir, sobre qué, de qué forma…
Yo, tu amigo, sé que no es tiempo de plasmar tus pensamientos…
No tomarás un taxi dirección opuesta a tus melodías, no volverás a alejarte.
Ten paciencia. Los meses anteriores son un claro ejemplo de insensatez.
Te vi imaginar, te vi evitar, te vi dar dos giros a tus ideas e intentar, te vi cohibirte y luego te vi volver a desviar la mirada.
Te faltó paciencia Saliary, paciencia y coraje para detenerte y saber ponerte un enorme “NO” en tu carácter. A veces pienso que te gusta sufrir, aprende de esta vez y evítate ese silencio voluntario.
Tienes a tu favor tu libertad, suerte que tienes cuando aceptas tus culpas y te deshaces del peso de la conciencia. Ahora aprovecha el tiempo y la serenidad para volver a ser tu Saliary, aprovecha ahora para cambiar todo eso que no te deja ser mejor persona. Valora aquél que siempre estará contigo. Y multiplica esa forma de reír que tanto me gusta.
No te preocupes, sigue en silencio.
Yo, tu amigo, sé que no es tiempo de escribir… Saliary sin palabras.»
© Saliary Röman
Muy bien…
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